EL TIEMPO EN ESTEPA

EL TIEMPO: PREVISIÓN METEOROLÓGICA PARA ESTEPA

sábado, 10 de noviembre de 2012

CRISIS, DESAHUCIOS Y SUICIDIOS



Una vez, hace  algunos años, oí a un hombre maldecir.
Ya sé que no está bien maldecir, pero en la boca de aquél padre, esas palabras sonaban a una explosión de desahogo por la angustia que en aquellos momentos aprisionaba el corazón y el alma de un padre que había perdido a su hijo en una guerra que otros habían creado.
"Malditas sean las guerras y los canallas que las apoyan"; esas fueron las palabras que oí decir con rabia contenida a don Julio Anguita; un hombre íntegro en sus convicciones políticas y siempre fiel a sus ideales de izquierdas, que fue hace años, al principio de la Democracia, alcalde de la ciudad de Córdoba, parlamentario, Secretario General del Partido Comunista y otros cargos políticos.
Hoy al enterarme de una triste noticia, y en la misma línea del señor Anguita, yo maldigo, y digo que “maldita sea esta crisis y los canallas que la crearon”.
Sí, una crisis creada por “unos” que tienen mucho, y que ahora nos toca pagar a “otros” que tenemos menos.
Una maldita, constante y dura crisis económica que dicen que han creado los bancos y las entidades financieras; esas que ahora caen, y el Gobierno las “reflota” con inyecciones de préstamos de capital, a pesar de ser esos bancos y entidades las únicas que en estos tiempos sacan miles y miles de millones de beneficios económicos a costa de aquellos a los que sangran con hipotecas cargadas con altísimos intereses.
No hay derecho a esto.
La maldita crisis y aquellos que la crearon; bancos y entidades que operan con dinero, a cuyos directivos podemos ver enriquecerse con sueldos y pensiones blindadas. Ellos no tienen crisis.
¿Cómo pueden ser tan sinvergüenzas ganando tan grandes fortunas con unos intereses que son la sangre de otros, y de camino, para no ver lo que está pasando, mirar hacia otro lado?

Hoy, una mujer de cincuenta y tres años se ha quitado la vida en  Barakaldo.
Una comisión judicial y la policía, venían a quitarle su casa; ella les abrió la puerta, y acto seguido se subió a una silla y se arrojó al vacío desde una ventana de su domicilio, resultando muerta en el acto por el fuerte impacto contra el suelo.
Hace unos días, ocurrió lo mismo en Granada, y en las Islas Canarias, y otro hombre se recupera  en un hospital, de las graves lesiones ocasionadas por el intento de suicidio.
¡Maldita sea esta crisis y aquellos que la han provocado!

El paro que cada vez va creciendo más y más, y las duras exigencias de los bancos, que no entienden de “dramas familiares”, perdones o prórrogas, y que sólo quieren dinero, están haciendo posible el aumento de suicidios de padres y madres de familia que han perdido su trabajo, y como consecuencia de no poder pagar sus deudas hipotecarias, están perdiendo también la vida, desesperados por la situación que se vive en sus casas; unos hogares que son lo único que les queda, y que por un mandato judicial interpuesto por su banco, pueden perder por la falta de pago ocasionada a su vez por la falta de trabajo. No es justo.

El Gobierno dice que va a actuar, ¿pero cuándo? ¿Cuándo sean muchas y muchos los padres de familia que se arrojen por la ventana de sus desahuciados hogares? Muchas personas ya no pueden más.
Las cifras dicen que en el primer trimestre de este años 2012, por vía judicial han sido desalojados forzosamente de sus viviendas o locales, 46.559 personas, es decir, 517 desahucios al día.
Desde el año 2008, en España, el número de desahucios a familias por impagos de su hipoteca ha sido de 374.230.
Y lamentablemente, es cierto que ocurre como dicen los más viejos: “la soga se rompe siempre por lo más endeble”.
Los políticos, los banqueros, los especuladores y toda esa calaña de gentes del bien vivir; esos no padecen crisis; esos sí que llegan bien a final de mes; esos sí que tienen medios para dar de comer a sus hijos; esos no pasan frío, ni hambre; esos no se arrojan por las ventanas de sus casas… porque esos, sí que tienen mucho dinero y para ellos… ¿qué es la crisis?. Pues  algo que “dicen que hay” pero que a ellos no les afecta porque su cartera y su cuenta bancaria gozan de muy buena salud.
DESAHUCIAR,  dicen que es; despedir al inquilino o arrendatario mediante una acción legal.
Será una acción legal, pero para quienes han hecho esta ley que se viene aplicando y que en Europa tachan de ilegal. Esta normativa española en materia de desahucios, es una ley que hace ya cien años que se viene aplicando. ¿No es hora ya de cambiarla, señores políticos?

DESAHUCIAR,  dicen que es; quitar a alguien toda esperanza de conseguir lo que desea.
Esta, por desgracia, es una descripción mucho más acorde, exacta y consecuente con la realidad de lo que está ocurriendo en estos días con las personas y sus familias desahuciadas.
Se les quita el techo donde se cobijan, por no pagar el dinero que no tienen por esta puta crisis y la falta de trabajo. Dinero, dinero, dinero…es lo que vale hoy; siempre el dinero es lo que más importa para aquellos que parecen buitres que acechan a sus víctimas esperando que la desesperación las haga tirarse por la ventana de la casa que le van a quitar y convertirse en carroña a las que poder despedazar y roer los huesos sólo por…. el dinero que no pueden pagar.
¡Qué pena de buitres carroñeros!

Entre 2007 y 2012, en Andalucía, tierra tan golpeada siempre por el fantasma del paro y la emigración, han sido 72.900 los desahucios “legales” que se han llevado a cabo mediante mandatos judiciales de la “justicia”, por orden de las entidades bancarias.
En este tenebroso y vergonzante ranking, a Andalucía le sigue la Comunidad Autónoma de Cataluña, con 70.000 desalojos de familias.
Y para terminar, diré que las cifras publicadas de familias arrojadas a la calle durante estos últimos cinco años en la Comunidad Valenciana, son de 69.951.
Hoy, en televisión, he oído decir a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, más o menos esto: “se están tomando medidas para frenar los desahucios, pero que se harán despacio; que no es bueno correr, que luego no salen bien las cosas”.
¡Señora, dígale al señor Rajoy que se cese ya de arrojar a personas a la calle! ¡Frenen ya a los Bancos en su codicia de dinero!
¡Hagan rápidamente una ley consensuada para parar esta ola de  desesperación y suicidios de padres de familia!

Solucionen esto, pónganse de acuerdo, pero de prisa.
Y después, sigan legislando sobre las leyes que les dé la gana, o debatir sobre el sexo de los ángeles, si quieren; pero ahora, trabajen en lo que de verdad urge y hace falta trabajar; por las personas que están en el paro, a las que los buitres carroñeros de caros trajes, automóviles y elegantes abrigos les acechan para “tragarse” los despojos de sus piraterías: los restos de lo que de ellas queden.

¡No se atragantaran,  con el saqueo obtenido!
¡Maldita sea esta crisis, los canallas que la crearon, y los sinvergüenzas que se aprovechan de ella, merced a la desgracia ajena!

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