EL TIEMPO EN ESTEPA

EL TIEMPO: PREVISIÓN METEOROLÓGICA PARA ESTEPA

viernes, 14 de septiembre de 2012

5ª FIESTA SANTIAGUISTA EN EL CASTILLO DE ESTEPA


EN ESTE MES SE HUBIESE CELEBRADO LA QUINTA EDICIÓN DE LA FIESTA SANTIAGUISTA DE ESTEPA

(En recuerdo de ellas, escribo este artículo)


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“¡SANTIAGO Y CIERRA ESPAÑA!”
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Este era el grito de guerra que lanzaban los caballeros Cruzados y “Freires” de Órdenes militares para entrar espada en mano y lanza en ristre en el fragor de las batallas contra los moros enemigos de la fe y de España, que en el año 711 habían invadido nuestro suelo.

Una recreación imaginaria de cómo podía ser el castillo de Estepa. 

Una de éstas Órdenes militares era la de Santiago, a cuya Encomienda perteneció nuestro baluarte defensivo, sus tierras y posesiones, merced al Privilegio de Donación mediante el cual, el rey don Alfonso X “El Sabio” cedía la custodia de este castillo y villa de Estepa a dicha Orden Militar, cuyo patronazgo, y el de todas sus Encomiendas y propiedades –incluida la de Estepa–, lo ostentaba el Apóstol Santiago “El Mayor”.

Este rey don Alonso, (Alfonso) era hijo de don Fernando III “El Santo”, conquistador de fortalezas y ciudades de una gran parte de la Andalucía musulmana y también de este castillo y sus tierras. Hecho que sucedió allá por el año 1240 según unos historiadores, o 1241, según otros. Y veintisiete años después de la conquista de esta villa, el 29 de septiembre del año 1267, su hijo don Alfonso X donó el Castillo de Estepa a la Orden Militar de Santiago para ser custodiado y defendido de los árabes vecinos, que desde el otro lado de la frontera con el reino de Granada, no dejaban de hacer incursiones y dañinas correrías de castigo por estos campos; hostigando, destrozando casas y alquerías, talando árboles y quemando las cosechas.
El principio de dicho documento dice así:



PRIVILEGIO DE DONACIÓN DEL CASTILLO Y VILLA
DE ESTEPA A LA ORDEN DE SANTIAGO
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"Sepan cuantos este privilegio vieren, cómo Nos don Alonso, por la gracia de Dios, rey de Castilla, de Toledo, de León, de Galicia, de Sevilla, de Córdoba, de Murcia, de Jaén, de Algarve; en uno con la reina Violante mi mujer, y con nuestros hijos el infante don Fernando, primero y heredero, y con don Sancho y don Juan. Por gran favor que habemos de hacer bien y merced a la Orden de la caballería de Santiago, y por servicios que nos hicieron y harán, damos y otorgamos a don Pelay Pérez, maestre de esta mesma Orden, y a todos los frailes que ahora son y a los que serán de aquí adelante por siempre jamás el Castillo de Estepa con todos sus términos, con montes, con fuentes, con ríos, con pastos, con todas sus entradas y salidas, y con todas sus pertenencias, que lo halla todo libre y quito por juro de heredad para siempre, para hacer de ello lo que quisieren, como de lo que es de su Orden; en tal manera que lo non puedan dar, ni enajenar en ninguna manera a ome que sea fuera de nuestro señorío, ni a otro, mas que finque siempre en la Orden para hacer juicio de él a Nos y a todos aquellos que reinarán después de Nos en Castilla y en León; e que haga en de guerra y paz, en todo tiempo por nuestro mandado. Y retenemos hi moneda, e todas las mineras y las otras cosas que habemos en los otros lugares de la Orden.
Y mandamos y defendemos que ninguno non sea osado de ir contra este privilegio por acrescentarlo, ni por amenguarlo en ninguna cosa, que cualquier que lo hiciere habría nuestra ira en todo diez mil maravedís y la Orden susodicha o a quien su voz tuviere todo el daño doblado. Y porque eso sea firme y estable mandamos sellar este privilegio con nuestro sello de plomo.
Hecho el privilegio en Sevilla por nuestro mandato sábado veinte y cuatro días andados del mes de septiembre en era de mil trescientos y cinco años. […] (Que corresponde a la fecha 29 de septiembre del año 1267)
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Esta pequeña introducción histórica viene al hilo para explicarles la importantísima vinculación que durante varios siglos, tuvo Estepa a la Orden de Santiago. 
La fiesta, dentro del Alcázar- Alcazaba, recién restaurado


En evocación y quizás -¿por qué no?-, en honor, recuerdo y homenaje a esa época histórica medieval de la Estepa Santiaguista tan estrechamente vinculada a esta Encomienda, y a los valerosos hombres de la Orden Militar  de blancas ropas y rojas cruces en el pecho, que hasta este castillo y villa llegaron y la defendieron, en 2008 el Equipo de Gobierno Municipal de entonces, ideó, dio forma e instituyó por vez primera la llamada “FIESTA SANTIAGUISTA” que se vino celebrando exitosamente durante tres ediciones, siempre en los últimos días del mes de septiembre, haciéndolas coincidir con las fechas en que el rey don Alfonso X, firmó en Sevilla el documento o Privilegio por el que donaba este castillo a la Orden Militar de Santiago.



La celebración de las tres ediciones anteriores; 2008, 2009 y 2010, fueron un rotundo éxito año tras año, de ventas y de público, con más de treinta mil visitantes contados durante los dos fines de semana en los que se venían desarrollando los festejos santiaguistas. La gente venía, les gustaba esa fiesta, disfrutaba del entorno privilegiado del Cerro de San Cristóbal, escenario único para la recordación de nuestras raíces históricas de largos siglos.  
Cartel de la tercera y última
Fiesta Santiaguista
Muchos de aquellos visitantes, eran venidos de los pueblos y ciudades cercanos y no tan cercanos al entorno de Estepa, y cada vez, se iba extendiendo más y más la fama de esta fiesta estepeña tan singular y bien organizada, que pretendía fomentar en el exterior el turismo y el nombre de nuestra ciudad y sus productos, y hacer con ello, que miles de personas viniesen hasta nosotros; y lo que es más importante: el beneficio económico que para esta ciudad suponía el turismo que se generaba y los beneficios por el consumo que se producía en bares, restaurantes, tiendas de artesanía, productos de Estepa; aceite, vino, mantecados, dulces…etc.
Con todo ello, estas jornadas festivas, favorecían y “aliviaban” bastante las economías derivadas de las ventas de muchos particulares, comerciantes, negocios, bares, artesanos, hermandades, etc., de nuestra ciudad.
Y de la misma forma se beneficiaban de dichas fiestas vendiendo en ellas sus productos; el convento de santa Clara, los panaderos, fábricas de chacinas, de turrones, bodega de vinos, los vendedores de licores, aceite, vinos, cerveza, anís, aceitunas y derivados, artesanía, confiteros… etc. etc. etc.

Don Rafael Romero Jiménez, pronunciando el Pregón de la Fiesta
Todo esto, el nuevo alcalde don Miguel Fernández Baena y su equipo de gobierno lo han eliminado. ¿Cosas de las diferencias políticas? ¡Vaya usted a saber! Dicen que no, y lo justifican con la falta de presupuestos para dichas fiestas.
Parecería que de la misma forma que los caballeros de la Orden lanzaban su ardoroso grito de… ¡SANTIAGO Y CIERRA ESPAÑA! al entrar en el ardor de las contiendas guerreras de la Reconquista de nuestro suelo invadido; el nuevo Alcaide de este Castillo y su afamada villa, al frente de su equipo de Gobierno PA-PP, al entrar en esa otra contienda: la política, y tras las elecciones del 22 de mayo de 2011, hubiesen dicho este otro lema de: ¡SANTIAGO, Y CIERRO LA FIESTA!

Si, estimado lector. Y esto se sabe, porque al poco tiempo de tomar posesión de su cargo, el  alcalde salido de las urnas el pasado día 22 de mayo, hizo unas declaraciones en la emisora de radio Cadena Ser de Estepa, en las que entre otras noticias, anunciaba que suprimiría la FIESTA SANTIAGUISTA a partir de ese año 2011.

Fabricación artesanal de mantecados, que tras su cocción en horno moruno
 de leña, eran ofrecidos a los visitantes para su degustación.
Demostraciones de trabajos artesanos, como la forja y herrería
La contemplación de diversas razas de animales, era el disfrute de los más pequeños
Actuaciones infantiles de niños estepeños de la mano de Epifania Fernández,
eran admiradas por el numeroso público asistente.
Campamento militar con demostraciones de combates y exposición de
diversos armamentos medievales:
cascos, espadas, lanzas, hachas, y demás artilugios que se usaban en las
guerras de la antigüedad, eran admirados y descubiertos  por vez primera
por los más jóvenes, y por muchos mayores.

Los motivos que se aducían entonces, eran lo mal que estaba la economía. Pero lo cierto es que organizar  dicha celebración, no le costaría a las arcas municipales un gasto excesivo, pues el Cerro, maravilloso escenario para la fiesta, se lo ha encontrado totalmente embellecido y arreglado, el castillo y la Alcazaba restaurados y la infraestructura de equipamientos, iluminación, megafonía, vallas, banderolas etc. estaba hecha de anteriores ediciones; sólo había que mandar allí a unos trabajadores municipales –y así se les da empleo–, y en unos cuantos días, la fiesta está montada sin excesivo coste. 
La vigilancia, atención al visitante, caballeros figurantes y otros trabajos, se cubren con militantes de los partidos que gobiernan, que para eso están, para trabajar por el pueblo y echar una mano–, y por voluntarios que siempre están dispuestos.
Y los espectáculos y atracciones públicas, pueden ser realizados por artistas locales, que los hay muy buenos. 
Imaginación y buena voluntad, señores ediles, es lo que hace falta, y muchas ganas de trabajar y hacer las fiestas santiaguistas, tan celebradas y nombradas ya aquí y fuera de Estepa, con tan sólo tres ediciones llevadas a cabo por el gobierno municipal anterior.
No les asiste a ustedes excusa alguna ni razones sólidas para esa absurda supresión, que los estepeños ven como politizada y revanchista.
Muchos pueblos y ciudades están apostando por la celebración de eventos medievales como el que aquí se ha eliminado.
El tiempo da y el tiempo quita. Es evidente que hay que esperar para restituir al pueblo algo que ya tenía, y le ha sido quitado. 

Grupo de niñas recordándonos antiguos juegos y canciones populares

Vecinos y vecinas ataviados con atuendos medievales
De haber seguido celebrándose la fiesta santiaguista, el público estepeño lo celebraría; los bares y demás comerciantes y negocios, también, felices por el alivio económico que les llegaría en estos tiempos tan aciagos; y el Consistorio estepeño tendría ocasión de demostrar al pueblo de Estepa, que no quitó o eliminó estas celebraciones por extraños motivos políticos, pues son muchas las personas que opinan que estas fiestas son o han sido un éxito, y si se eliminaron es por no haber sido ellos, los nuevos gobernantes municipales, quienes tuvieron la idea de hacerlas.

Interior de la Torre del Homenaje adornada de época con figuras, armas, blasones
armaduras y estandartes.

Muchas personas que las disfrutaban, y otras más que mejoraban sus negocios con ellas, desearían seguir teniendo una de las fiestas estepeñas que se habían convertido ya por derecho propio, en muy populares en tan sólo tres ediciones.
Haberlas quitado de en medio, ha defraudado muchísimo a mucha gente, Sr. Fernández Baena. Piénselo.
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3 comentarios:

  1. Creo que estas fiestas,han sido de las que abrieron un autentico escaparate de Estepa al mundo, y creo -aun más-, que a pesar de las estrecheces debieran de celebrarse de manera más contenida. El patrimonio está casi restaurado al completo, y aun hay mucho que mostrar. Es una lastima que con estas cosas pase como con la educación en los cambios de gobierno, todo se modifica. Abrazos Antonio, muy logrado el escrito.

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  2. Hola Antonio, desconocía estas fiestas, y aun en la lejanía, creo que ayudaban a que Estepa, se recuperara económicamente, con la visita de mucha gente, pero está visto que en España, cada gobierno deshace lo que otro hizo anteriormente y así nos va, todo se reduce a política barata y fastidiar al pueblo llano. Un saludo

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  3. Hola, yo soy de un pueblo de la comarca y habitual de las fiestas santiaguistas desde el principio.
    En las tres ediciones he llevado a mi familia a disfrutar de un ocio cultural y diferente, al mismo tiempo que aprenden de nuestra tierra.
    Espero que pronto vuelvan a celebrarse.

    Saludos desde la cercana provincia de Córdoba,

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