EL TIEMPO EN ESTEPA

EL TIEMPO: PREVISIÓN METEOROLÓGICA PARA ESTEPA

miércoles, 28 de marzo de 2012

A LA HERMANDAD DEL SANTO ENTIERRO Y LA VIRGEN DE LOS DOLORES, DE LA RODA DE ANDALUCÍA. (SEVILLA)

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Quiero expresar desde las páginas de este Blog, mi agradecimiento a La Hermandad del Santo Entierro de Cristo y María Santísima de los Dolores Coronada, del pueblo vecino de La Roda de Andalucía, que ha tenido la deferencia de publicar en su Boletín de Cuaresma, nº 19, de este año 2012, unos versos que dediqué a las imágenes titulares de esta Hermandad, cuando el pasado año tuve el gran honor de ser el Pregonero de la Semana Santa de ese hermoso pueblo.
Agradezco también a don Juan Antonio Prieto Torralba, la inestimable ayuda que me prestó, así como sus atenciones. Él ha hecho llegar a mis manos el boletín de su Cofradía. Gracias.
Aquí les dejo el pasaje de mi Pregón, que dediqué a esta Hermandad .
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La Real y Fervorosa Hermandad del Santo Entierro de Cristo y María Santísima de Los Dolores Coronada, con sus sagradas imágenes en el desfile procesional del sábado Santo, nos transmite innumerables momentos emotivos que nos recuerdan y transportan a la Palestina de Jesús.
Escenas que nos retrotraen mediante las Sagradas Escrituras del Nuevo Testamento y la Historia, a la ciudad de Jerusalén que vio la Pasión de un Hombre declarado reo de muerte por sus innovadoras ideas espirituales, por proclamarse Hijo de Dios, por hacer el bien y enseñar en los años de su vida pública, una doctrina de amor y reconciliación para los hombres del mundo.
Esta Hermandad, nos representa los momentos culminantes y finales de la Pasión de Jesús: su muerte, el sepulcro, y los Dolores de una Madre que toma al Hijo en sus brazos tras ser descendido del madero, y luego, está junto a Él en el momento de ser depositado su cuerpo en la sepultura de un amigo de la familia.
Después de sostenerlo, María tiene que sufrir el dolor de enterrar el fruto de su vientre. De Ella se apoderan espantosos dolores, porque ha perdido al hijo que con tanta crueldad le han arrebatado.
“Al caer la tarde, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que era también discípulo de Jesús. Se presentó a Pilato, le pidió el cuerpo de Jesús, y Pilato mandó que se lo dieran. José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, y lo depositó en su propio sepulcro nuevo, que había hecho cavar en la roca”.
Así cuenta San Mateo en su Evangelio este hecho; y así podemos ver la imagen del cuerpo de Cristo muerto, en la tarde y noche del sábado Santo, cuando esta Hermandad hace su estación de penitencia escenificando con sus imágenes en procesión por este pueblo, el pasaje de la sepultura de Jesús.
*
Sábado, dolor y muerte,
De luto su negro manto,
Y en sus mejillas el llanto
por el Hijo que va inerte.
Mucha es la pena que lleva;
Al Hijo muerto le dieron
Y en un sudario de seda,
Cubierto el cuerpo metieron
En un sepulcro de piedra.
*
Tu pecho Dolores guarda,
Mas del cielo las estrellas
A tu corona tan bella
Bajaron como esmeraldas,
Y sobre Ti se posaron
Y tus sienes coronaron,
¡Señora; para adornarlas!
*
A las seis de la tarde del sábado Santo, se abren de par en par las puertas de la iglesia parroquial, y de la casa-hermandad van llegando sus hijos; los nazarenos que la acompañarán en su dolor. Revestidos con sus túnicas negras de luto, en una tarde en la que el impresionante silencio se palpa en el aire, y el respeto de los fieles se siente en el alma a la salida del paso con la urna del Santo Entierro, que con suave cadencia en el compás de sus costaleros, parece rozar los pétreos sillares y la arcada del pórtico del templo, ante la mirada suspensa de los fieles.
De idéntica forma, los “vigeños” y devotos miran a su Señora de los Dolores Coronada, con el alma en vilo cuando las varas y los bordados del palio quieren rozar
–y no rozan–, el umbral de la iglesia–santuario en la que es venerada, y de la que sale para recorrer su pueblo…
*
Con todos los esplendores
Y en tarde llena de luz,
Hermosa flor entre flores,
Irás por La Roda Tú,
Entre piropos y amores;
¡Mi Virgen de los Dolores!
¡Reina, y Madre de Jesús!
*
Una vez en la calle, los costaleros mecen con suave ternura el paso de la Señora de los Dolores, haciendo bailar graciosamente las campanitas  de su palio. Entonces, la emoción eleva el alma, y fieles y cofrades se estremecen cuando en la tarde se oyen los acordes del Réquiem que interpreta la banda de música.
*
De emoción suspira el cielo
Al contemplar el donaire
Del palio que mueve el aire
Acariciando tu pelo,
Y hasta la música llora
Cuando sales tú, Señora,
A hombros del costalero.
*
Que aunque tus mejillas sean
Por la pena, flor marchita,
No te igualarán las flores
Con sus mejores colores,
Y siempre serás bonita,
¡Mi Virgen de los Dolores!
*
Más adelante, Madre e Hijo caminan poco a poco, a dar consuelo a las ánimas, a las miradas ya cansadas y a las manos temblorosas de aquellos que esperan a las puertas del hogar donde residen. Allí llegan, y sus hijos vuelven los pasos para que los ojos de los abuelos y abuelas los contemplen. Ojos que sin duda, en esos momentos dejan correr unas lágrimas de emoción, cuando ya la luz de la tarde va decayendo y ellos miran a esa Virgen dolorosa y al Hijo yacente, con la ternura  y la paz que otorgan los años que ya se han vivido.
*
Llegando el oscurecer
Cuando los cielos se enlutan
Y las estrellas disputan
La luz del atardecer;
Los cirios quieren Dolores,
Con sus bellos resplandores
Tu belleza engrandecer.
*
Luego, sigues caminado
Bajo estrellas sonrientes
Sobre hombros de valientes
Que tu paso van portando;
Y también te van llevando
Las “vigeñas” y “vigeños”,
Y todo el pueblo rodeño
¡Que detrás te va rezando!
*
Tiene Nuestra Señora de los Dolores una hermosa y radiante corona que han fundido sus hijos con el amor que le profesan, del cual se sienten plenamente orgullosos.
La Congregación de las Reverendas Siervas del Evangelio, amadrinó dicha coronación el quince de septiembre de 1991, siendo la madre Visitación la persona que representó a la comunidad religiosa que dirige el Centro de Educación Infantil Nazaret, de La Roda de Andalucía. Congregación fundada a mediados de los años cuarenta por el granadino don Manuel Hurtado y García, nacido en 1896 en Arenas del Rey, (Granada).
Sacerdote y educador, obispo auxiliar de Granada, que murió en 1966 rigiendo la Sede Episcopal de Tarazona. Siervo de Dios desde 2004, y en proceso de canonización.
Un hombre ejemplar y piadoso, que fundó esta labor difusora de la enseñanza y del Evangelio. Su obra y la Congregación que instituyó, fueron quienes amadrinaron la investidura de la Virgen de los Dolores, como Madre Coronada.
*
Coronada por tu pueblo
Que te alaba y enaltece,
Que con sencillez te implora
Y con orgullo te quiere,
Soñando arrancar puñales
Que en el corazón te hieren,
Y añora secar las perlas
Que de tus ojos descienden.
Y pide que seas sagrario
Como joyero que guarde,
Los corazones de un pueblo
Que de su amor hace alarde,
Y quiere admirar tu rostro
Y con los ojos mirarte,
Cuando a las seis de la tarde
Sales del templo a la calle,
Con tu aroma celestial
Que en La Roda inunda el aire,
En un sábado de luto,
¡Lleno de tristezas, Madre!
*
El cardenal arzobispo de Sevilla, monseñor Amigo Vallejo, celebró la ceremonia del magno acontecimiento de su coronación canónica, y el quince de septiembre de 1991, el alma de las gentes de La Roda disfrutó viendo cómo esta Madre Dolorosa, recibía sobre sus sienes la aureola de amor que han querido poner sus hijos a Señora tan hermosa…
*
Pues ni el rocío en las rosas
Ni luz que más reluciera,
Dan belleza tan preciosa
A  tu cara dolorosa,
Que aquí se adora y venera.
*
Porque ni todas las flores
Que nacen en primavera,
Tienen los mismos colores
Que irradia en La Roda entera,
¡La Virgen de los Dolores!
*
Casi al final de su estación de penitencia, el paso que porta la urna con el Cristo yacente, visita las puertas de la casa conventual de las Siervas del Evangelio; allí las bendice, y a su regreso, se produce un emotivo encuentro con el paso que porta a María, su Madre invadida por el dolor.
*
Con amor angelical,
Las esquinas de su paso
Cuatro querubines van
Su mortal sueño guardando,
En féretro que te porta
Por un ave coronado
Cual símbolo triunfador,
De quien con fraterno amor,
Su vida nos ha entregado.
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Cuando las sombras de la noche del Sábado Santo han dejado caer su oscuro manto sobre este pueblo, y el Santo Entierro y la Virgen de los Dolores traspasan las puertas y entran en su templo, La Roda y sus gentes presienten el final de su Semana Santa; que ya termina la celebración de la pasión de Cristo.

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