EL TIEMPO EN ESTEPA

EL TIEMPO: PREVISIÓN METEOROLÓGICA PARA ESTEPA

jueves, 10 de julio de 2008

"LAS CUERDAS CAVILACIONES DE UN LOCO"

"LAS CUERDAS CAVILACIONES DE UN LOCO"



Bloque entrecomillado EL PENSAMIENTO Bloque entrecomillado

En la soledad de mis días, pienso, estrujo mi ya atropellado juicio; ese que habita dentro del llamado coco, y no soy capaz de hilar con acierto más de dos pensamientos o reflexiones.
El Mundo está mal -me digo- y comienzo a repasar sitios, hechos, guerras lamentables, atropellos a la condición humana, masacres del más fuerte hacia el más débil, pisoteo de los Derechos Humanos, hambre y sed, injusticias, pobreza... ¡y qué se yo!
Muchas veces pienso en los muros, en las murallas y las alambradas, y me pregunto; ¿para qué fueron hechos? Las murallas para la defensa ante el invasor cuando algo se teme; los muros para separar, encerrar a veces a otros, o aislarnos de quienes están al otro lado. Las alambradas se crearon para humillar y hacer daño a quienes intentan traspasarlas.
Pienso en ello y me pongo ejemplos. Hubo una vez un Hombre Justo que dijo: ¡"Ay de ti, Jerusalén; en verdad os digo que no quedará de ti, piedra sobre piedra"! Palabras apocalípticas y proféticas, pues a lo largo de la Historia, han sido varias las veces que las murallas de Jerusalén fueron tiradas a tierra. La mayoría de las veces, por los Cruzados o Caballeros de la Orden del Temple, y en el nombre de Dios. Ahora se levanta otra muralla allí, pero de distinta índole. Israel alza un muro para aislarse de los palestinos, aduciendo que lo hace para defenderse de los ataques terroristas cometidos por las facciones más beligerantes de la OLP.
Ellos, los israelíes, con su ejército (uno de los más poderosos y bien armados del mundo) cometen asesinatos y bombardeos selectivos, y masacran ante los atónitos ojos del mundo -que apenas dice nada-, sin piedad ni pudor a los más débiles; los palestinos. Y así, en reciprocidad, por la parte contraria se cometen enfrentamientos, atentados, estallidos de coches-bomba, autoinmolaciones, y asesinatos basados en la represalia y la venganza ante el ataque del otro. ¿Quien será el primero que pare, y se imponga con ello la tan deseada Paz?
Ese muro que Israel está haciendo, al que yo llamo de la desvergüenza, sigue en pie y ampliando con sumo descaro provocativo su perímetro de aislamiento ante la raza, la convivencia, la cultura y la religión de otros que son sus vecinos, y que están condenados a convivir juntos. ¡Hasta cuando! ¿Cuando caerá ese muro, como cayó el de Berlín? No se sabe. Ahora ha comenzado a extenderse, y habrán de pasar muchos años tal vez, hasta que la conciencia de la gente se mueva y lo haga derruir.
Luego miro hacia otro sitio: Guantánamo. Y pienso. Allí los muros son rejas y alambradas de hierro que guardan tras ellas a hombres que tal vez sea cierto que han cometido delito de terrorismo. Sí, pero eso no justifica los métodos utilizados. Porque es inhumano el trato, porque no reciben el juicio que todo ser merece. Son, o están presos sin saber su condena, atados de pies y manos, encapuchados y aislados como animales. Y lo que no sabemos. ¿Hasta cuando vivirán en la incertidumbre de esa situación tras las alambradas? Nadie lo sabe.
Por otro lado, la mente me lleva a recordar las palabras "tan acertadas" de algunos políticos nacionales y extranjeros: "Desde que invadimos Irak, el mundo es más seguro." ¿Si?
Y pienso y me digo: no sé si ahora el mundo es más seguro, pero lo que sí es cierto, es que está algo más vacío por culpa de la maldita guerra a la que nunca debimos ir. Nos falta gente de los nuestros. Soldados que murieron dejando allí las vidas y la sangre española, y aquí, dejaron viudas e hijos y familias destrozadas. Fueron, como soldados que eran, obedeciendo las órdenes de sus mandos políticos y militares.
Nos falta gente de los nuestros. Periodistas como José Couso o Julio Anguita Parrado, que dejaron también sus vidas allí por culpa de la maldita guerra. Es cierto que fueron voluntariamente cumpliendo con su labor en el trabajo informativo que les encomendaron; pero si la guerra no hubiese existido nunca; no hubiesen muerto, y estarían entre nosotros, y con sus familias.
Nos falta gente inocente de los nuestros. Personas anónimas, pero con sus nombres y apellidos, con sus ilusiones truncadas y sus familias rotas igual que sus cuerpos; destrozados entre los barrotes de hierro de unos trenes. La gente dice, y yo pienso: ¿estarían vivos y entre nosotros, si la maldita de guerra de Irak nunca se hubiera producido? Nos falta mucha gente nuestra, y por eso digo que el mundo está algo más vacío sin ellos, y sin los cientos o miles de muertos civiles, inocentes irakíes, y militares de ambos bandos que allí han dejado y aún dejan a diario sus vidas.
Muchos son, los países que temen a los crímenes del terror, y han reforzado sus defensas contra atentados como el nuestro de Madrid, del día 11-M de 2004, o el sufrido en las torres gemelas de Nueva York el 11-S.
¿Es ahora el Mundo más seguro? Pienso y no hallo la respuesta...o no quiero hallarla.
El hambre me conmueve, el sufrimiento y la sed de África, la maldita droga que está matando o enfermando a tanta juventud que tiene una vida por delante; eso me enfurece. La desigualdad social entre blancos y negros en Sudáfrica o en cualquier rincón del mundo donde existe la xenofobia, el desprecio a la otra raza, y me exaspera todo lo malo que hay, que a veces hace que piense y diga... ¡el mundo es una mierda! Pero no es así, me digo luego. El Mundo ha sido y es maravilloso y tiene cosas muy buenas. Es el hombre, con su egoísmo y su maldad, quien lo crispa y lo convierte en eso, dándole cédula de inhabitabilidad en él. Y no quiero seguir enumerando males y situaciones que me hacen pensar.
Ábranse las puertas de un psiquiátrico, que allí, entre gente como yo, estaré más seguro de gente tan cuerda que pulula por el mundo jodiéndolo y maltratándolo constantemente. A veces, es bueno para el ser humano “gozar de un puntito de locura”. Una vez internado en mi habitación, echaré la llave por dentro, me la tragaré después para que no me puedan sacar, y comenzaré a leer una docena de libros que tengo pendientes de devorar, para así evadirme y no ver tanto mal. Esa será mi única evasión mental de los males del Mundo este verano; la lectura atrasada. La otra huída no será posible, porque estaré dentro de esos muros y barrotes imaginarios de mi celda voluntaria, que sin duda serán de los mejores y más recios que nunca se hayan forjado, pues me mantendrán a salvo y seguro dentro de ellos, al lado de los que como yo, están mal del seso de cavilar, y no comprendemos por ello, el mal que padece nuestro Mundo.
Es bueno a veces, no estar tan cuerdo. Ahora, si no quieren fustigar sus conciencias: olviden cuanto antes lo que han leído, pues mis palabras aquí escritas, no pretenden crear opinión, -¿o sí?-, ni sacudir conciencia alguna -¿o sí-, pues no son, sino las insignificantes reflexiones, pesares, y pensamientos de un Loco que pretende el bien, la Paz y la utopía que siempre ha soñado el hombre para hacer un mundo mejor.

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